LOS AÑOS MOZOS
En la mayoría de las sociedades del hemisferio occidental, los niños han de escoger una carrera u ocupación siendo aún muy jóvenes. En muchos casos, han de hacer esta selección hacia finales del último año de su Educación Primaria o Elemental, ya que de ello dependerá el tipo de Educación Secundaria y Superior por la cual han de optar. Téngase en cuenta que se le está pidiendo a jóvenes de 10 - 12 años —casi unos niños— que tomen la decisión más importante de su vida (¡!)
Creo que muchos padres estarán de acuerdo conmigo en que, por más que quisieran, no están preparados para ayudar a su hijo(a) a escoger el ramo que ha de constituir la principal actividad de su vida laboral. Y si a nosotros, los adultos, nos cuesta hacer la selección, cuánto más no les cuesta a los niños!
Sé que hay ciertas pruebas psicotécnicas que pueden ayudar un poco, y también que los padres, por lo general, quieren conducir al hijo(a) hacia lo mismo que ellos estudiaron. Junto a esto está la presión ejercida por suegros, tíos y abuelos, así como por amigos y demás allegados. También hay que sumarle un análisis de lo que parece ser el mercado laboral de un país, o del futuro de tal o cual sociedad. En verdad, son muchos elementos a sopesar.
Debido a lo que está en juego —nada menos que el futuro de nuestros queridos muchachos— la presión es bastante grande. A decir verdad, habría que ser adivino para dar con el tipo de carrera u ocupación que en verdad conviene a cada uno de nuestros hijos.
No obstante, es aquí donde las técnicas astrónicas pueden ayudar. Una gran cantidad de pruebas han demostrado que la temática indicada por el factor OCUPACIÓN IDEAL (OI) de un Perfil Personal, da un excelente indicio de lo que una persona puede convertir en su Profesión u Oficio. Se trata de las principales características del tipo de trabajo que más le conviene a una persona para lograr, como mínimo, su sustento diario. Con la información suministrada en esa sección del Perfil Personal, se facilita la selección del tipo de labor que más le conviene a un determinado individuo, desde el punto de vista del logro, primero de su sustento básico en la vida, y luego, de su futuro bienestar económico.
Una vez tomada en cuenta dicha información, el/la joven puede dirigir su esfuerzo hacia los estudios y prácticas que le darán el adiestramiento requerido por la Profesión u Oficio que más concuerde con su OI. Y así, el/la joven queda bien enrumbado(a) para, luego de culminar sus estudios, integrarse a la fuerza laboral de su sociedad.
LA TRANSFORMACIÓN
Pero, la historia no termina aquí. El que un(a) joven haya encontrado el tipo de carrera, ocupación u oficio que más le conviene, y que luego se haya preparado con todas las de la ley para ejercer esa labor, es una gratificante experiencia que de seguro le reportará el tan ansiado desahogo económico. Hasta es posible que logre un envidiable nivel de riqueza monetaria.
Mas, como dije, no es el final de la historia.
Así como el ser humano tiene un Factor que determina su OI, es decir, la profesión u ocupación de trabajo que más le conviene ejercer, también tiene un Factor, de mayor jerarquía, el cual, a la larga, reclamará la atención del individuo. Se trata del Factor que resalta su PROPÓSITO DE VIDA (PdV), el Principal Motivo de su existencia.
Toda la preparación y ejercicio de nuestra profesión (i.e., lo indicado por el Factor OI) es apenas un medio para sobrevivir, para luego poder alcanzar la expresión de nuestra PdV. Y por lo tanto, llegado el momento, tendremos que atender su ejercicio.
A su debido tiempo, el individuo deberá comenzar a prestar más atención al tema resaltado por su PdV, aun a costa de la mengua del ejercicio de su OI. Cuando esto ocurre, es el inicio de una profunda e importante transformación —a veces radical— en la vida del individuo. Se trata de una metamorfosis similar a la vivida por una oruga al transformarse en una bella mariposa. A partir del momento en que esto ocurre, el modus vivendi de la persona cambiará totalmente y su horizonte se ampliará enormemente.
Como la mayoría de las personas no están al tanto de que tienen una OI o un PdV, ni de las características de cada uno de estos atributos, ni del proceso de cambio que han de sufrir, la mencionada e indetenible transformación les toma por sorpresa. Para el individuo que no está al tanto de su PdV, el cambio le parecerá ser el principio del final, el decaimiento de su vida laboral, cuando en realidad sólo se trata del comienzo de una nueva etapa, aquella que ha de llevarle hacia la verdadera meta de su existencia.
El mencionado cambio es un proceso que busca consolidar los diversos Atributos y Facultades del individuo, ahora a favor de la cabal expresión de su PdV. Es un tiempo para conjugar la acción de todas sus Cualidades y Aptitudes, tanto de las Habilidades natales como de los Talentos adquiridos, para así dar soporte y propulsar el motivo principal de su existencia: su PdV.
ALGUNOS CASOS
Si la persona no sabe que tiene un PdV (lamentablemente, la mayoría), y el tema de este importante Atributo es diferente a lo que el individuo ha estado haciendo en su vida cotidiana o laboral, lo más probable es que haya una fuerte resistencia a aceptar el cambio que se le viene encima. En este caso, el ejercicio de la OI, suponiendo que la persona se haya estado dedicando a ella, parecerá sufrir una continua e inexplicable merma, mientras que lo requerido por el PdV de contínuo busca de hacer su insistente aparición.
Un ejemplo concreto de ello sería que la OI de un individuo haya resaltado las condiciones propias de un abogado. Para el ejercicio de tal profesión, el individuo estudió lo necesario, se graduó y comenzó a trabajar como abogado. Con el tiempo y el debido esfuerzo, nuestro abogado logró un merecido prestigio y una prosperidad acorde con su talento. Sus amigos son abogados, sus compañeros de trabajo son abogados, asiste al club social frecuentado por ellos, sus vecinos lo conocen como un abogado, en fin, toda su vida profesional, social y económica gira alrededor de esta profesión.
Difícilmente se imaginará nuestro doctor en leyes su vida en función a otra actividad que no sea la abogacía. Por lo tanto, si su PdV indica que todo lo hecho hasta ese momento ha de enfocarlo, por ejemplo, hacia temas relacionados con el teatro, la música o el arte, es muy posible que a nuestro personaje le parezca ese cambio un verdadero exabrupto y que se niegue siquiera a tomarlo en consideración.
Sin embargo, una posible solución a ese dilema sería que, como abogado que es, se ocupe de los contratos de los artistas, o de las leyes que tienen que ver con los espectáculos públicos (etc.). De este modo, enfocaría su conocimiento leguleyo hacia lo relacionado con el contexto artístico, supeditando lo uno (su OI) a lo otro (su PdV).
Otro caso sería, por ejemplo, que la riqueza obtenida gracias al ejercicio de una profesión determinada sea utilizada para impulsar la expresión del PdV. O que la experiencia o relaciones provenientes de lo uno sean la catapulta hacia el logro de lo otro. En verdad, hay infinitas combinaciones en que la OI ha de ser el principal medio de conseguir los recursos para lograr el feliz desenvolvimiento y realización del PdV de un individuo.
Y lo bonito de la experiencia es que, cuando la persona está de acuerdo con llevar a cabo la mencionada transformación, su ESENCIA (i.e., su Ser Superior), comenzará a presentarle TODO lo que necesite para lograrlo.
UN CAMBIO INELUDIBLE
Cuando la PERSONA (el Ego del individuo), a su debido tiempo, acepte cambiar el punto focal de su vida, de lo señalado por su OI a lo indicado por su PdV, su ESENCIA (su Ser Superior) le facilitará los recursos, la salud, las personas, los conocimientos y el ánimo para ocuparse del propósito más importante de su vida. Esto, siempre y cuando dicho individuo esté de acuerdo con llevar adelante la mencionada reforma.
De lo contrario, si el individuo se niega, ya sea por temor, ignorancia o por simple arrogancia, a subordinar su OI (o cualquier otro Atributo de su ser integral) a su PdV, sus condiciones de vida entrarán en un período de letargo y de progresiva degradación, haciendo que su esfuerzo laboral poco o nada logre. Éste es el caso de cientos de millones de personas, que si bien tienen los medios para subsistir en la vida, puede que incluso dispongan de fortuna y bienes materiales, a la larga se ahogan en el hastío producido por una existencia que les parece vacía y sin sentido. Ya lo dice el adagio, "No sólo de pan vive el hombre."
Hablo de los tantos profesionales, empleados, artesanos y obreros que día a día vegetan en la asfixiante rutina de sus respectivos sitios de trabajo, no logrando jamás el éxito, ni el renombre o el prestigio que pudieran conseguir, si tan sólo pusieran su OI a la orden de su PdV.
Vemos que el ejercicio de la OI puede y debe predominar desde que el individuo se gradúa, ya sea de una educación formal o de un aprendizaje práctico bajo la guía de quien sepa realizar el trabajo en cuestión, hasta que se cumplan entre 35 y 45 años de edad. De aquí en adelante, el individuo, a instancias del llamado que le hace su propia ESENCIA, ha de comenzar a tomar en cuenta aquellas actividades que coincidan mejor con lo resaltado por su PdV.
La mencionada transformación es la base de la llamada "Crisis de Los Cuarenta" (Middle-Age Crisis, en inglés), el descalabro psicológico que impulsa al individuo a buscar su propia identidad. Se trata de una crisis en la cual, sin saber por qué, el individuo se siente impulsado hacia la búsqueda del verdadero propósito de su vida, ya que le parecerá que lo hecho hasta ese entonces, no tiene una razón válida de ser. En muchos casos, esto causa una rebeldía hacia la ocupación que se venía ejerciendo y un desgano a continuar con la misma.
Y mientras más demore esta persona en aceptar lo indicado por su PdV, más incómoda e improductiva se vuelve su existencia, más confusión y estrés se hacen presentes. En personas muy sensibles, ello pudiera ser la causa de enfermedades de base psicosomática, sin mencionar el terrible sufrimiento emocional que se deriva de toda esta situación. También es la causa de la separación de parejas y de la desintegración de algunas familias.
LA SOLUCIÓN
¿La solución? Pues, estar más informados acerca de nuestra constitución básica: conocer y tomar muy en cuenta las características de nuestra OI, así como las particularidades de nuestro PdV, y estar dispuestos a atender a cada uno en el plazo que corresponde.
De hacerlo, se alineará la subjetiva acción de la PERSONA con el impersonal proceder de su ESENCIA, lo cual definirá el único curso que conduce al individuo hacia su verdadero bienestar, éxito y prosperidad. Es entonces cuando el individuo encuentra y asume el lugar que le está predestinado en la gran Armonía Global que lo contiene todo.
Si usted tiene menos de 40 años, para afianzar su subsistencia (y la de su familia), así como su tranquilidad monetaria, concéntrese en un ramo afín a lo descrito por su OI, sin dejar de tener en cuenta, en el trasfondo de su mente, lo indicado por su PdV.
En cambio, si su edad ya sobrepasa los 35 años, tome más en cuenta lo descrito por su PdV. Es muy probable que, gracias a la certera acción de su ESENCIA, usted encuentre la relación más conveniente entre ambas funciones (i.e., entre su OI y su PdV). Recuerde, la clave está en que, después de cierta edad, la OI siempre ha de subordinarse y apoyar a la PdV.
Le invito a dejar de vivir mal, y a asumir el potencial que yace oculto en su propio ser. Tome en cuenta lo explicado en este escrito, junto con la información contenida en su Perfil Personal, y le garantizo que su vida cambiará dramáticamente para bien.
Frank Desmedt
Asociación Mundial de Astrónica (AMA)
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